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EL FUTURO DEL IoT ENERGÉTICO

October 4, 2022

El pasado mes de agosto, la inflación anual en la eurozona alcanzó un récord del 9,1%. Son muchos los factores que contribuyen a ello, siendo uno de los principales el clima político actual y sus efectos en el aumento de los precios de la energía. Las predicciones para el próximo invierno de 2022-2023 oscilan entre lo sombrío y lo esperanzador, ya que algunos estiman que durará varios inviernos y otros afirman que la crisis energética probablemente se resolverá. Independientemente de lo que acabe sucediendo, la agitación en sí misma está destinada a seguir afectando negativamente a la inflación.

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Independientemente de lo que acabe sucediendo, la agitación en sí misma está destinada a seguir afectando negativamente a la inflación. En el mundo del IoT se habla de un futuro brillante de gemelos digitales de ciencia ficción y de transmisión de datos casi instantánea. Todo ello es sorprendente por sí mismo, pero para las familias que se enfrentan al reto de permitirse calentar su casa en invierno, o las empresas que luchan por mantener el precio de los servicios públicos, estas tecnologías parecen irrelevantes. El panorama más amplio, el del cambio climático y su sombra que se cierne sobre todos los mercados y sectores, parece menos apremiante.

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Pero estas tecnologías son especialmente relevantes para esas familias, tanto para el futuro cercano como para el lejano. Es evidente que el sector de la energía debe intensificar su juego para evitar futuras crisis energéticas, y una gran parte de ello es el desarrollo e implementación de soluciones de IoT que no sólo mejoren la eficiencia energética, sino que establezcan una red de seguridad hacia la sostenibilidad al 100%. Con esto en mente, echemos un vistazo a las cifras actuales y veamos hacia dónde se dirige el sector.

FUERA DE LA OSCURIDAD

Empecemos por lo básico. La demanda mundial de energía aumentó un 3,4% en lo que va de 2022, lo que es inferior al 3% estimado. Se espera una tasa de crecimiento similar para 2023, y la tendencia general es de desaceleración de la demanda energética. La capacidad renovable anual ha crecido un 6% en 2021, a pesar de la pandemia, y se espera que crezca un 8% en 2022. En otras palabras, la demanda se está ralentizando mientras la capacidad crece. Desde el punto de vista financiero, el mercado de la energía se valoró en 168.570 millones en 2020 y se espera que alcance los 298.260 millones en 2026, lo que supone una CAGR del 10%. En este lapso, varios factores empujarán y arrastrarán el mercado. La pandemia ya lo ha afectado de forma significativa, y el cambio hacia recursos naturales renovables, como la energía solar y la eólica, sigue batiendo récords anuales y reasignando los fondos gubernamentales lejos del petróleo y el carbón y hacia la ampliación de las infraestructuras para mantener el crecimiento de la capacidad de las energías renovables.

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En esta necesidad de más y mejores infraestructuras es donde entra en juego el IoT. Aunque su ritmo de crecimiento en el mercado de la energía difiere de una región a otra, con APAC e India a la cabeza y LATAM, África y Oriente Medio a la cola, el panorama global es de crecimiento. En concreto, la implantación de contadores inteligentes para una supervisión y gestión más eficientes del flujo de energía es el principal argumento de venta que aporta la IoT al sector energético. Se puede pensar que no es una tecnología especialmente innovadora, pero tiene un efecto de 'muchas gotas hacen un océano' en el uso de la energía.

Esta eficiencia energética impulsada por el IoT se extenderá a muchos niveles diferentes del mercado energético. Desde las redes de energía de los huertos solares hasta el cliente final, la familia que calienta su casa en invierno o carga su vehículo eléctrico. Desde la cabeza hasta la cola de este viaje energético, todo el mundo puede tomar una decisión más informada y basada en datos sobre su consumo de energía gracias a esos contadores. El resultado final es una relación más estable entre la oferta y la demanda, precios más bajos y un futuro más ecológico.

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HACIA LA LUZ

Así que sí, podemos esperar que el próximo invierno sea frío y caro. Es posible que los próximos inviernos sean similares, aunque es demasiado pronto para saberlo. Pero el futuro en su conjunto parece prometedor y esperanzador, siempre que sigamos integrando el IoT en el sector energético y sigamos abandonando las energías no renovables. Cuando las cosas parecen oscuras y las temperaturas bajan, es cuando la aurora boreal brilla más.

¿Qué significa esto para los que estamos en el mundo del IoT? Hay muchas razones para invertir nuestro tiempo y esfuerzo en hacer crecer nuestra presencia y nuestro impacto positivo en el sector energético, y un grupo creciente de clientes potenciales cuya necesidad de contadores inteligentes y conectividad no va a hacer más que aumentar. Nos corresponde aprender y convertirnos en expertos en este campo, y llegar a esos clientes potenciales con noticias sobre hacia dónde se dirige su sector y por qué la colaboración no es sólo una guinda, sino todo el helado. No se trata sólo de la preocupación de los propietarios de parques eólicos o de las empresas de gestión de la energía hidroeléctrica. La gestión de la energía en un edificio, ya sea residencial o comercial, puede y debe disfrutar de los mismos beneficios que proporciona la IoT. Lo mismo ocurre con las estaciones de carga de vehículos eléctricos, y muchas más.

Esté atento a este sector, comprométase con él y conviértase en su luz en la oscuridad: esto es lo que hacemos en Teltonika Networks. Si no está seguro de por dónde empezar, le recomendamos este nuevo caso de uso sobre cómo el IoT ayuda a proporcionar datos energéticos en tiempo real en líneas de producción sostenibles.

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